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martes, 14 de mayo de 2013

MOTRICIDAD



La motricidad es el dominio que el ser humano es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo.
El ser humano debe moverse para satisfacer sus necesidades básicas como lo es el alimentarse, dormir, desechar y la necesidades que le generan placer como recrearse, leer entre otros, las personas también necesitan moverse para relacionarse con la sociedad o con sus pares.
El ser humano posee un cuerpo, pero no es un cuerpo exclusivamente objetual, es un cuerpo que vive, que es expresión. El Humano ya no sólo posee un cuerpo qué sólo hace, sino que su existencia es corporeidad, corporeidad que implica hablar de su integralidad y no de una parte del ser, esa persona que vive, siente, piensa, hace cosas, se desplaza, crece, se emociona, se relaciona con otros y con el mundo que le rodea. Las personas establecen sus relaciones a través del cuerpo y los movimientos que realiza con éste, sin el cuerpo no hay motricidad y sin ésta el cuerpo sería un objeto inerte sin vida, porque el movimiento es vida y genera vida.
Los seres humanos desde la concepción nos encontramos en constante movimiento, desde el mundo interno (útero) y luego en el mundo exterior (ambiente socio- cultural). De acuerdo a las lecturas previamente realizadas se evidenció la relevancia que tiene la motricidad en el ser humano para formarse de manera integral (cognitivo, físico, social, emocional. Por otra parte es importante señalar el papel de la creatividad en la motricidad, donde si bien cierto los humanos somos creativos por naturaleza, ya que vivimos en un constante movimiento, en la búsqueda de mejores condiciones sociales, personales, ambientales, entre otros, tomando en cuenta que esa creatividad manifestada por el hombre a través de su existencia en el mundo, es lo que ha marcado la diferencia entre el animal y el hombre, teniendo siempre la meta de ir más allá, de evolucionar e indagar, transformar ideas, pensamientos que lo llevamos a la práctica con la acción y expresión de lo corporal, siendo éste un lenguaje que integra las áreas motriz cognitiva y afectiva desarrollando así su personalidad y su estilo peculiar de relacionarse con los otros y con el mundo que lo rodea.

     MOTRICIDAD
Es el conjunto de funciones biológicas que permiten el movimiento,   además también se puede definir como: el conjunto de mecanismos fisiológicos implicados en la ejecución del movimiento del cuerpo y sus segmentos.
La Motricidad es la capacidad del hombre y los animales de generar movimiento por sí mismos. Tiene que existir una adecuada coordinación y sincronización entre todas las estructuras que intervienen en el movimiento (Sistema nervioso, órganos de los sentidos, sistema musculo esquelético).

Clases de Motricidad.

   Gruesa
Tiene que ver con marcha, carrera, salto, equilibrio, y coordinación en movimientos alternos simultáneos con y sin manejo de ritmo también conocida como proceso Hardur. El área motora, en general, hace referencia al control que se tiene sobre el propio cuerpo. Se divide en dos áreas: por un lado, la motricidad gruesa, que abarca el progresivo control de nuestro cuerpo: el control de la cabeza boca abajo, el volteo, el sentarse, el gateo, el ponerse de pie, el caminar, el correr, subir y bajar escaleras, saltar. Por otro lado, está la motricidad fina, que hace referencia al control manual: sujetar, apretar, alcanzar, tirar, empujar, coger.
Cuando un niño es capaz de sentarse, su perspectiva del mundo cambia. Las cosas no son iguales vistas cuando se está echado que cuando se está sentado. Además, se tiene más control del cuerpo, más equilibrio y las posibilidades de manipular objetos se multiplican. Sin embargo, para que un niño se siente, es necesario que haya vivido una serie de experiencias en momentos anteriores de manera atractiva y que no tenga miedo.
Es importante no tratar de sentar al niño antes de que esté preparado. Así, se evitará incorporar al niño tanto que su cabeza caiga hacia delante o que su espalda esté en una mala postura. El apoyo debe, por el contrario, ir disminuyéndose y se le llevará a posiciones más verticales a medida que vemos que va sosteniendo el peso de su cuerpo.


   Fina
Se refiere a las habilidades de la motricidad fina se van desarrollando progresivamente. A partir de los 2 a 4 meses comienza la coordinación de manos y ojos. A los 5 meses aproximadamente comienza lo que la mayoría llaman “los cimientos de la motricidad” es cuando el niño toma objetos con sus manos. Así progresivamente el peque va coordinando hasta llegar a la edad escolar. Aquí va una breve lista de actividades que van a favorecer y estimular el desarrollo de la motricidad fina:
·         dibujar
·         pintar, colorear
·         recortar
·         modelar o moldear (masa)
·         enhebrar
·         Actividades como resolver laberintos, completar la figura siguiendo los puntos, etc.
Estas son actividades muy motivadoras y propias para los niños que los ayudarán plenamente a desarrollarla. La motricidad fina está muy ligada al desarrollo de la inteligencia. No nos olvidemos de la coordinación de los músculos del rostro.

        MOVIMIENTO Y ACTIVIDAD PSÍQUICA.
El término psicomotricidad se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras el psico determina la actividad psíquica en dos fases: el socio afectivo y cognitivo. En otras palabras, lo que se quiere decir es que en la acción del niño se articula toda su afectividad, todos sus deseos, pero también todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.           
La psicomotricidad es una disciplina que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el movimiento y de su importancia para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve.



    Las áreas de la psicomotricidad

  Esquema Corporal: Es el conocimiento y la relación mental que la persona tiene de su propio cuerpo.
  Lateralidad: Es el predominio funcional de un lado del cuerpo, determinado por la supremacía de un hemisferio cerebral. Mediante esta área, el niño estará desarrollando las nociones de derecha e izquierda tomando como referencia su propio cuerpo
   Equilibrio: Es considerado como la capacidad de mantener la estabilidad mientras se realizan diversas actividades motrices. Esta área se desarrolla a través de una ordenada relación entre el esquema corporal y el mundo exterior.
   Tiempo y Ritmo: Las nociones de tiempo y de ritmo se elaboran a través de movimientos que implican cierto orden temporal, se pueden desarrollar nociones temporales como: rápido, lento; orientación temporal como: antes-después y la estructuración temporal que se relaciona mucho con el espacio, es decir la conciencia de los movimientos.
  Motricidad: Está referida al control que el niño es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo. La motricidad se divide en gruesa y fina.


LA CORTEZA MOTORA

La corteza motora comprende las áreas
de la corteza cerebral responsables de los procesos de planificación, control y ejecución de las funciones motoras voluntarias, se localiza en la parte posterior del lóbulo frontal. Se divide funcionalmente en:

 Corteza motora primaria: es la que manda la orden a las motoneuronas alfa para la ejecución del movimiento o contracción del musculo.

  la corteza premotora y corteza motora suplementaria: localizadas en la parte posterior del lóbulo frontal por delante de la corteza motora primaria, responsables de la planificación del movimiento, especialmente de la secuencia de movimientos complejos en la musculatura distal, aunque cada una de ellas contribuye en distintos aspectos, están también están encargadas del aprendizaje de patrones de movimientos complejos.

Córtex prefrontal: situado en la porción más anterior del lóbulo frontal, colabora también en la planificación de movimientos, la corteza prefrontal recibe y procesa la información sensorial necesaria para que la corteza pre-motora y suplementaria elaboren el plan de movimiento.

  ORGANIZACIÓN DE LA MOTRICIDAD
Los músculos estriados esqueléticos, que están bajo el control del sistema nervioso, garantizan la motricidad (locomoción, postura, mímica, etc.).
El sistema nervioso central (cerebro, cerebelo, médula espinal) es una auténtica torre de control del organismo y constituye el lugar en el que se integra la información y la orden motora gracias a la que se realizan los movimientos voluntarios. El sistema nervioso periférico (raíces nerviosas y nervios periféricos) lleva esta información hasta el músculo por medio de la unión neuromuscular.
Cada músculo esquelético está conectado a la médula espinal por un nervio periférico. La transmisión del impulso nervioso al músculo desencadena la contracción muscular. Al contraerse, el músculo produce fuerza y movimiento.


        Papel del sistema nervioso.


El sistema nervioso está formado por el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico, ambos transmiten, según el caso, información motora o sensitiva. El sistema nervioso central está integrado por el cerebro, el cerebelo, el tronco cerebral y la médula espinal, mientras que el sistema nervioso periférico está constituido por los nervios, que salen o entran en la médula espinal (nervios raquídeos) o el tronco cerebral (nervios craneales).

      Control voluntario de la motricidad (Vía motora piramidal)

Los músculos esqueléticos están controlados por una zona precisa de la corteza cerebral denominada área motora. La corteza cerebral desempeña un papel importante en el control de los movimientos voluntarios. La motricidad voluntaria depende del haz piramidal que permite la conexión directa entre la corteza cerebral motora y las motoneuronas que se encuentran en el tronco cerebral (primera motoneurona) y en la médula espinal (segunda motoneurona).
El impulso nervioso va de las motoneuronas hacia los nervios periféricos que establecen una sinapsis con los músculos en la unión neuromuscular. Gracias a sus propiedades (excitabilidad, contractibilidad, elasticidad, etc.) los músculos son capaces de generar fuerza.

       Regulación de los movimientos (Vía motora extrapiramidal)

El sistema nervioso central posee un sistema de vigilancia sofisticado. Trata e interpreta la información sensorial recibida del área motora (corteza cerebral), del tronco cerebral y de los receptores sensoriales situados en todos los tejidos (hueso, músculo, tendón, ligamento, piel, etc.). De modo especial, dispone de información permanente sobre el estado y la posición de las distintas partes del cuerpo en el espacio. El cerebelo controla la bipedestación y el equilibrio. Sincroniza las contracciones de los diferentes músculos esqueléticos y produce movimientos coordinados. La ejecución de movimientos intencionados y terminados (movimientos voluntarios) depende del sistema nervioso central que integra la información sensorial, programa el movimiento (sincronización, etc.) y transmite las órdenes de contracción al músculo. La orden, una vez lanzada, se transmite al sistema nervioso periférico que toma el relevo y ordena la contracción al músculo por medio de los nervios motores.
Los músculos, órganos efectores, responden contrayéndose. El conjunto de esta actividad motora global, consciente o no, que se manifiesta en el marco del movimiento está controlado por las vías motoras extrapiramidales. Se trata de las vías neurológicas de la motricidad que se sitúan fuera del haz piramidal. Dado que activan grupos musculares enteros, desempeñan un papel en la regulación de los movimientos y el tono muscular. El sistema extrapiramidal, en asociación con el cerebelo, controla el tono, la coordinación del gesto y la adaptación postural.



 
Vía motora voluntaria.
La corteza cerebral desempeña un papel importante en el control de los movimientos voluntarios por medio del haz piramidal. El haz piramidal conecta la corteza cerebral motora con las motoneuronas que se encuentran en el tronco cerebral (haz corticobulbar) y en la médula espinal (haz corticoespinal). El impulso nervioso sale de la motoneurona hacia el nervio periférico que establece una sinapsis con el músculo en la unión neuromuscular. La estimulación del nervio provoca la contracción del músculo estriado esquelético.

   EQUIPAMIENTO SENSORIAL TENDINOMUSCULAR.
El sistema nervioso central posee un sistema de vigilancia sofisticado. Una serie de detectores específicos son sensibles a la actividad neuromuscular y participan, así, en la regulación de manera retroactiva de la orden del sistema nervioso central.
Los músculos también tienen una función de percepción propia. Si el sistema nervioso central controla los actos reflejos o intencionales de los músculos, estos últimos le envían, a cambio, información sobre el desarrollo de estos actos. Las informaciones que transmiten al cerebro nos permiten acceder, como los otros sentidos, a la conciencia de nuestro cuerpo y de su lugar en el espacio (propiocepción). Esta sensitividad muscular es fundamental para el aprendizaje motor y el reaprendizaje (rehabilitación después de lesiones cerebrales o del aparato locomotor).
 COORDINACIÓN ENTRE MOVIMIENTO Y POSTURA

El movimiento voluntario se diferencia del movimiento reflejo o de un movimiento automático por el hecho de que es muy mejorable por el aprendizaje. La locomoción y el control de la postura son movimientos voluntarios. Los ajustes posturales se originan antes y durante el movimiento para estabilizar la postura. Las actividades posturales anticipadas permiten, además de estabilizar la postura, el inicio del movimiento. Para realizar un movimiento (preciso y rápido), es necesario coordinar de manera apropiada el movimiento que finaliza con la postura. Esta coordinación es posible gracias a la intervención del sistema nervioso central. Los ajustes posturales necesarios para estabilizar la postura no son automáticos y exigen atención.

       LOCOMOCIÓN

Al andar, la cabeza sirve de plataforma de control ya que permanece siempre en una posición estable. Esto está vinculado a la geometría del esqueleto: la porción de columna vertebral que sostiene la cabeza es perfectamente vertical y actúa como una plomada. Una vez realizado el aprendizaje de la marcha, ésta se efectúa de manera voluntaria pero automática. La voluntad permite modular la rapidez, la longitud del paso, etc. Para adaptar el movimiento al entorno. Existen dos detectores fundamentales que permiten al cerebro medir los movimientos del cuerpo en el espacio. El ojo indica la vertical visual y la velocidad de los desplazamientos del cuerpo en el espacio. Otros detectores situados en el oído interno (sistema vestibular) desempeñan un papel importante en el equilibrio. Del mismo modo, reflejos de ajuste de la postura activan los detectores de los músculos y tendones.

        CONTROL DE LA POSTURA

La postura está controlada por estructuras cerebrales. La información procede de numerosos receptores sensoriales:
·         el conjunto de los propioceptores informa sobre el estiramiento de los distintos músculos o sobre la posición de las articulaciones; en particular, los propioceptores del cuello informan sobre la posición de la cabeza en relación al cuerpo;
·         el sistema vestibular informa sobre la posición o los movimientos de la cabeza;
·         el sistema visual informa sobre la posición de la cabeza en relación al mundo exterior.

    ORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO.

El cerebelo interviene en la sincronización de las contracciones con el fin de generar movimientos armoniosos.






Una cadena muscular es el conjunto de músculos que se asocian para un determinado movimiento; por ejemplo, los músculos extensores de los miembros inferiores en un salto. La sincronización de una cadena muscular es uno de los objetivos del entrenamiento deportivo y la rehabilitación. Un movimiento armonioso es el resultado de las contracciones sincrónicas de varios músculos (agonistas y antagonistas, sinergistas y fijadores).

        Músculos agonistas/antagonistas
Los músculos se distribuyen en grupos (por ejemplo, los músculos elevadores de los pies). Los músculos de un mismo grupo garantizan funciones muy próximas. Estos se denominan agonistas y los que realizan el movimiento opuesto antagonistas. Al comienzo de la contracción (y del acortamiento) de los agonistas, los músculos antagonistas se estiran y se relajan, cuando el movimiento se realiza lentamente. En los movimientos más rápidos, los músculos antagonistas desempeñan un papel moderador sobre la acción de los agonistas. Participan en el control de la velocidad, de la amplitud y de la precisión del movimiento generado por los músculos agonistas.

        Músculos sinergistas/fijadores
La mayoría de los movimientos hacen que intervenga uno o varios músculos: son los músculos sinergistas.
En la contracción del músculo principal, los músculos sinergistas realizan el mismo movimiento que éste (agonista) o reducen los movimientos inútiles o no deseados (antagonistas, fijadores, etc.).
Cuando los músculos sinergistas inmovilizan un hueso, se les denomina músculos fijadores o estabilizadores.
Los músculos fijadores intervienen cuando un movimiento exige una determinada fuerza que requiere un punto de apoyo sólido. En un determinado momento del movimiento, estos músculos entran en juego para inmovilizar una parte del cuerpo en un bloque rígido.

   SISTEMA ENDOCRINO Y MOTRICIDAD.
El organismo mantiene su equilibrio a través de procesos metabólicos uno de éstos es la secreción, ésta es una de las funciones de la nutrición en que intervienen órganos denominados glándulas. Existen glándulas de secreción externa que vierten sus secreciones en una cavidad del cuerpo o en su superficie. Las glándulas de secreción interna o endocrina, vierten sus productos al líquido tisular y a la sangre; hay otro tipo de glándulas que producen secreciones externa e interna, como el páncreas, cuya secreción interna es la insulina. La glándula es una célula o un grupo de células que por medio del líquido tisular elabora nuevas sustancias a partir de materiales que obtiene de la sangre.

Las hormonas secretadas por las glándulas endocrinas regulan el crecimiento, desarrollo y las funciones de muchos tejidos, y coordinan los procesos metabólicos del organismo.
Glándulas y hormonas del sistema endocrino que se destacan en la motricidad:
La hipófisis anterior: es fuente de producción de la hormona del crecimiento o somatotropina, que favorece el desarrollo de los tejidos del organismo, en particular la matriz ósea y el músculo, e influye sobre el metabolismo de los hidratos de carbono.
        El lóbulo posterior de la hipófisis: almacena una hormona fabricada por el hipotálamo llamada oxitocina, esta hormona estimula las contracciones musculares, en especial del útero y la excreción de leche por las glándulas mamarias.
        La tiroides: Es una glándula bilobulada situada en el cuello. Las hormonas tiroideas, la tiroxina y la triyodotironima aumentan el consumo de oxígeno y estimulan la tasa de actividad metabólica, regulan el crecimiento y la maduración de los tejidos del organismo y actúan sobre el estado de alerta físico y mental. El tiroides también secreta una hormona denominada calcitonina, que disminuye los niveles de calcio en la sangre e inhibe su reabsorción ósea.
     Glándulas paratiroides: Las glándulas paratiroides se localizan en un área cercana o están inmersas en la glándula tiroides. La hormona paratiroidea o parathormona regula los niveles sanguíneos de calcio y fósforo y estimula la reabsorción de hueso.
        Páncreas: La mayor parte del páncreas está formado por tejido exocrino que libera enzimas en el duodeno. Hay grupos de células endocrinas, denominados islotes de Langerhans, distribuidos por todo el tejido que secretan insulina y glucagón. La insulina actúa sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasas, aumentando la tasa de utilización de la glucosa y favoreciendo la formación de proteínas y el almacenamiento de grasas. El glucagón aumenta de forma transitoria los niveles de azúcar en la sangre mediante la liberación de glucosa procedente del hígado.
       Glándulas suprarrenales: Cada glándula suprarrenal está formada por una zona interna denominada médula y una zona externa que recibe el nombre de corteza. Las dos glándulas se localizan sobre los riñones. La médula suprarrenal produce adrenalina, llamada también epinefrina, y noradrenalina, que afecta a un gran número de funciones del organismo. Estas sustancias estimulan la actividad del corazón, aumentan la tensión arterial, y actúan sobre la contracción y dilatación de los vasos sanguíneos y la musculatura. La adrenalina eleva los niveles de glucosa en sangre (glucemia). Todas estas acciones ayudan al organismo a enfrentarse a situaciones de urgencia de forma más eficaz. 





REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:




1 comentario:

  1. ingresar articulos y videos cientificos, revisar la bibliografia de internet y textos. comentarios del grupo
    nota 3.9

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