La noción de percepción deriva del término latino perceptio y describe tanto a la acción como a la consecuencia de percibir (es decir, de tener la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo).
Antes de definir este concepto diremos que para conocer el mundo interior o exterior
necesitamos realizar un proceso de decodificación de los mensajes que
se reciben a través de todo el cuerpo. Se define como percepción al proceso cognoscitivo
a través del cual las personas son capaces de comprender su entorno y
actuar en consecuencia a los impulsos que reciben; se trata de entender y
organización los estímulos generados por el ambiente y darles un
sentido. De este modo lo siguiente que hará el individuo será enviar una
respuesta en consecuencia.
La percepción puede hacer mención también a un determinado conocimiento, a una idea o a la sensación interior que surge a raíz de una impresión material derivada de nuestros sentidos.
Para la psicología, la percepción consiste en una función que le posibilita al organismo recibir, procesar e interpretar la información que llega desde el exterior valiéndose de los sentidos.
El término comenzó a captar la atención de los estudiosos durante el siglo XIX.
Los primeros modelos que vinculaban la magnitud de un estímulo físico
con la del episodio percibido posibilitaron la aparición de la
denominada psicofísica.
Los especialistas aseguran que la percepción es el primer procedimiento cognoscitivo, que permite al sujeto capturar la información del medio que lo rodea a través de la energía que llega a los sistemas sensoriales.
Este procedimiento posee carácter inferencial y constructivo. En este contexto, la representación interior de lo que ocurre afuera surge a modo de hipótesis.
Los datos que captan los receptores se analizan de modo paulatino,
junto a la información que recoge la memoria y que contribuye al
procesamiento y a la creación de dicha representación.
Mediante la percepción, la información es interpretada y se
logra establecer la idea de un único objeto. Esto significa que es
factible experimentar diversas cualidades de una misma cosa y fusionarlas a través de la percepción, para comprender que se trata de un único objeto.
Diferencias entre sensación y percepción
Es importante declarar que percepción no es sinónimo de sensación, y
dado que ambos conceptos suelen utilizarse como sinónimos, explicaremos
cuáles son sus diferencias.
Una sensación es una experiencia que se vive a partir de un estímulo; es la respuesta clara a un hecho captado a través de los sentidos.
Una percepción, por su parte, es la interpretación de una sensación. Aquello que es captado por los sentidos adquiere un significado y es clasificado en el cerebro. Suele decirse que la sensación es lo que precede a la percepción.
Una percepción, por su parte, es la interpretación de una sensación. Aquello que es captado por los sentidos adquiere un significado y es clasificado en el cerebro. Suele decirse que la sensación es lo que precede a la percepción.
Para ejemplificar esta diferencia decimos que el volumen y la
tonalidad de una canción ejecutada por un músico son captadas por el
oyente como una sensación, mientras que si somos capaces de reconocer de
qué canción se trata o hilvanar similitudes entre esos sonidos y otros
escuchados con anterioridad, estamos frente a una percepción. El primero
es un proceso intuitivo y automático, mientras que el segundo es más
elaborado y racional.
Teoría de Gestalt
Según lo define la teoría de la Gestalt,
las personas percibimos el mundo como un todo y no de forma
fragmentada; podemos comprobar esto si pensamos que al despertarnos y
abrir los ojos podemos ver toda la habitación donde nos encontramos y no
simplemente objetos sueltos. A través de nuestra percepción somos
capaces de entender de qué está formado ese todo y aislar aquello que
nos interesa más en cada momento.
De acuerdo a los estudios realizados en torno a este concepto podemos decir que existen factores biológicos de la percepción, con los cuales nacemos, y otros aprendidos;
esto significa que la forma en la que percibimos nuestro entorno se
modifica a lo largo de nuestra vida a través de las experiencias. Por
ejemplo, cuando éramos niños admirábamos a nuestro padre, pero pasada
cierta edad puede que ya no lo hagamos, e incluso que le aborrezcamos,
esto significa que de acuerdo a las situaciones por las que hayamos
pasado hemos reinterpretado a esa persona y la hemos ubicado en lugares
diferentes a lo largo del tiempo.
Es importante aclarar que existe otro tipo de percepción, la
extrasensorial, la misma se encuentra relacionada con la forma en la
percibimos las cosas donde los sentidos ordinarios no participan. Los
especialistas, explican que se tratan de fenómenos de transferencia de
energía que no pueden entenderse a través de conceptos biológicos o
físicos. Estos fenómenos son: la telepatía (capacidad para leer la mente), precognición (predicción de un hecho que tendrá lugar en el futuro), clarividencia (capacidad para ver cosas que no se encuentran en el espacio) y psicoquinesis (capacidad para modificar la materia a través de la mente).
En general, los seres humanos solemos adoptar los mismos gestos de
pesar o alegría que tiene la persona con la cual nos relacionamos en un
momento dado.
Si a esa persona le está pasando algo malo, nos identificamos con su
dolor y lo expresamos en la expresión de nuestro rostro, si en cambio
está contenta es probable que sonriamos; y las mujeres son las que en
mayor medida captan las emociones de los demás.
Así lo demuestran investigaciones realizadas por un equipo de
científicos de la Universidad de Leiden y de la Universidad Radboud de
Nimega; que evidenciaron que efectivamente las mujeres, cuando durante
la prueba
podían expresarse libremente, podían distinguir más rápido que los
hombres, si los rostros de fotografías que les mostraban reflejaban
emociones negativas o positivas. En cambio, si se les impedía
gesticular, tanto hombres como mujeres respondían con la misma
velocidad.
Los resultado de esta investigación coinciden con el registro de
imágenes cerebrales que hacen suponer a los científicos que el cerebro
cuenta con un camino alternativo para interpretar las expresiones
emotivas; y que las mujeres pueden utilizarlo más que los varones.
En la Universidad de California, en Berkeley, Dacher Keltner,
dedicado al estudio de la emotividad, considera importante este
experimento porque confirma otras investigaciones que muestran que las
mujeres tienen un grado mayor de empatía que los hombres y una mayor capacidad de correspondencia entre sus emociones y las de los demás.
Los científicos se preguntan cómo hace el cerebro para identificar
con facilidad a personas o cosas al transformar una imagen plana en otra
de tres dimensiones.
Una nueva investigación ha demostrado que existen neuronas que se encuentran conectadas para poder captar imágenes tridimensionales.
En la Universidad Johns Hopkins, un equipo dedicado a este
tema, pudo localizar algunas neuronas capaces de distinguir específicas
configuraciones tridimensionales, que respaldan la teoría clásica que
sostiene que el cerebro tiene la capacidad de captar objetos complejos
con partes tridimensionales, en lugar de sólo aprender a reconocerlos, y
el poder de operar en dos dimensiones cuando las circunstancias lo obligan a realizar un reconocimiento más veloz.
Según un estudio realizado por investigadores de las
Universidades de Princeton y Harvard, pensar rápido mejora el estado
anímico, favorece la creatividad y proporciona mayor energía y vigor.
La directora de esta investigación infiere que tareas como por
ejemplo, resolver un crucigrama fácil pensando velozmente, puede
incrementar la energía y mejorar el humor, siempre que las personas no
padezcan trastornos mentales, ya que en estos casos pensar rápido podría
tener consecuencias negativas.
En cambio, los pensamientos reiterativos y rápidos, pueden producir ansiedad y llevar a elaborar ideas depresivas.
En cuanto a los pensamientos variados y calmos, llevan a experimentar una feliz y tranquila mansedumbre, como por ejemplo en la meditación.
En la Universidad de Miami, un equipo de investigadores descubró que
las personas que han sufrido una ruptura de su relación con otra, tienen
una mayor facilidad para discriminar entre sonrisas falsas y
auténticas.
La sinceridad de la expresión se refleja como una emoción espontánea,
imposible de fingir con fidelidad porque no es consciente y tiene la
intención de ayudar, mientras que la manifestación falsa es una
actuación controlada por la conciencia y fácil de distinguir.
El funcionamiento del cerebro guarda muchos misterios que aún no han
podido ser revelados del todo y su conocimiento podría conducirnos a una
realidad digna de ciencia ficción.
Referencias Bibliograficas:
Disponible en linea: http://definicion.de/percepcion/
Disponible en linea:http://psicologia.laguia2000.com/psicologia-cuerpo-mente/el-cerebro-y-la-percepcion